viernes, 16 de septiembre de 2011

Santiago Posteguillo y la novela histórica

El libro ‘Los asesinos del emperador’ salió a la venta a principios de septiembre y en seis días se ha reeditado llegando vender 500.000 ejemplares. El valenciano Santiago Posteguillo es el responsable de esta proeza editorial que rescata del olvido y homenajea al primer emperador hispano de la historia en la antigua Roma, Marco Ulpio Trajano.

-Tras el éxito de su trilogía sobre Escipión, no se aleja de los territorios romanos y se adentra en glosar las glorias de Trajano. ¿Qué le llamó la atención en este personaje histórico para haberlo elegido como protagonista de una nueva trilogía?
-Para empezar fue el primer emperador de origen hispano que no nació en Roma. Pero además, me ha servido de excusa para explicar el ascenso de los hispanos en el imperio y, por otra parte, él en si mismo es un personaje que tiene virtudes muy interesantes. Heredó un imperio romano en bancarrota y lo sacó a flote con un gobierno austero y contenido y, al mismo tiempo, activó políticas sociales. Si Europa tuviera hoy en día un Trajano gobernando nos iría mucho mejor. También fue una persona que en su vida familiar no fue muy feliz y nunca permitió que sus problemas o vida íntima incidieran en los asuntos de estado. Otra lección importante para los que gobiernan en la actualidad. Yo escribo sobre la naturaleza humana y el contexto que he buscado es la Antigua Roma, pero muchísimas de las cosas que narro son tangibles y palpables hoy en día. Borges decía que una novela puede abordar cuatro temas: una historia de amor sobre dos personas, una historia de amor sobre tres personas, los viajes y el poder. El eje central de mis novelas es el poder, aunque por extensión y porque así lo requiere la propia épica hayan viajes e historias de amor.

-En usted se dan varias circunstancias curiosas. Es un profesor de lengua y literatura inglesa que escribe sobre el Antiguo imperio romano y su origen académico es la Literatura, a diferencia de los grandes escritores de novela histórica de nuestro país que provienen de las cátedras de Historia. ¿Me lo puede explicar?
-Bueno, grandes escritores que han novelado la antigua roma son anglosajones. Me los he leído a todos en su lengua original y me han influido. He empezado escribiendo sobre Roma pero no descarto otras épocas. En cuanto a la segunda apreciación, la novela histórica aúna mis dos grandes pasiones que son la Literatura y la Historia. Ya se que es más habitual llegar a la novela histórica desde la Historia y hay están los grandes José Luis Corral, Margarita Torres, José Carlos Poyato, catedráticos de Historia que se adentran en la novela, mientras yo voy al revés: vengo del sintagma, la Literatura, y me adentro en la historia…


- Se nota también que es un enamorado de la ciudad eterna…
-Es que tenemos mucho de Roma, de la cultura latina, en nosotros y más que en otros países. Por ejemplo, hacemos la siesta porque los antiguos romanos en la hora sexta se iban a dormir porque hacía mucho calor y de ahí viene la palabra. Hablamos idiomas derivados del latín y, en definitiva, nos queda mucho de esa cultura. He de decir también que mi querencia por esa ciudad viene desde pequeño cuando, con seis años, mis padres me llevaron a Coliseo y me quedé impactado.

-Usted imparte talleres de creación literaria. ¿Les explica a sus alumnos la fórmula del éxito literario en sus novelas?
-Les explico que en mis novelas utilizo una forma de escribir muy cinematográfica. Un escritor del siglo XXI cuyo objetivo fundamental es el entretenimiento, y no la introspección o la experimentación narrativa, no puede ignorar un invento del siglo XX como fue el cine. Hoy en día, la gente tiene un montón de películas en su mente y existen técnicas narrativas que te permiten estructurar la novela de una forma muy cinematográfica con la utilización, por ejemplo, de los flash-backs. De esta manera, captas la atención del lector. Al mismo tiempo, utilizo un lenguaje vehicular ya que al narrar acción no puedes pararte en el preciosismo en el lenguaje. El objetivo no es ser un Ruben Darío. Un lenguaje sencillo no significa simpleza.

-Y ya que ha sacado el tema el cine. ¿Le gustaría que adaptaran su libro a la gran pantalla?
-No me importaría si se hiciera de una forma rigurosa. El entretenimiento no está reñido con el rigor histórico. Los británicos manipulan la Historia y, así, nos presentan en la serie televisiva ‘Los Tudor’ a un Enrique VIII como si fuera un héroe cuando fue un señor con muy malas pulgas. Lo que si hacen bien los británicos y deberíamos aprender de ellos es a presentar mejor nuestra historia y poner los puntos sobre las ies. En este sentido, en mi novela he pretendido un poco eso: rescatar de un olvido incomprensible al mayor emperador de Roma y que, casualmente, era hispano, nació en Itálica, al lado de Sevilla. Nuestra historia no se circunscribe únicamente al periodo de la Guerra Civil, sino que hubieron acontecimientos tan penosos o más excitantes o igual de grandiosos que están un poco olvidados y, en este caso, recuperar figuras como Trajano, merece la pena.

-¿Está de moda la novela história?
-Eso mismo le preguntarían a Blasco Ibañez o a sir Walter Scott con su Ivanhoe o a Tolstoi con guerra y paz. La novela histórica siempre ha estado de moda. Pude tener sus picos y ahora es un momento dulce.

-¿Y a qué factores responde este pico tan elevado que vive ahora?
-Vivimos un momento incómodo con una crisis global. Imagino que la gente quiere abstraerse un poco y viajar a otros mundos. La novela histórica les entretiene mucho y tiene algo de catartico. Yo creo que el lector de novela historica experimenta un doble placer o satisfacción: el haberselo pasado bien con la sensación de haber aprendido un poco más de cierto periodo histórico. Esta combinación de factores hace que la novela histórica tenga muy buena salud y muchos seguidores.

-? Si fuera usted un escritor en un futuro lejano ¿qué personaje de nuestra historia reciente rescataría del olvido para protagonizar una novela?
-A Obama. Y desde el punto de vista negativo a George Bush, que equivale a nuestro Fernando VII. Habrían muchos: Gadafi, Gorbachov, Yelsin…¿Y que te parece novelar todo lo que está pasando ahora en China?. Sería fascinante. Ese gran desconocido mundial algún día reventará de la especie de esquizofrenia en la que está metido: un país capitalista brutal gobernado por una dictadura comunista. Los chinos tienen una capacidad de resistencia muy grande pero cuando se enfadan…Ellos levantaron la gran muralla china en cuya construcción murieron muchísimos y luego se levantaron y acabaron con la dinastía que les obligo a hacerla…Así que imagínate lo que ahora puede pasar.

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